Por: Redacción Intertextual/ editaint24@proton.me
Samira Montiel, la procuradora de Derechos Humanos de la comunidad diversa en Nicaragua, con su silencio se ha convertido en complice del juego político a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, en un país, que no tiene condiciones mínimas ni derechos para la comunidad LGBTIQA+.
Desde su llegada a la Procuraduría en noviembre del 2009, se auguraban «tiempos distintos en la lucha de la comunidad diversa», y este hito histórico, posicionaba mínimamente en la vanguardia a Nicaragua en derechos LGBTIQA+, en comparación con el resto de países de la región. Las y los activistas imaginaba el plan político y economico tras estas decisión pronta del gobierno del Ortega.
Las negociaciones políticas en el nombramiento del puesto, beneficiaron a algunas organizaciones de diversidad, de manera económica y política. Pero no se puede negar que lograron su cometido, atraer la atención de organismos internacionales, para absorber recurso y de hacerle creer a la comunidad internacional, que eran un gobierno comprometido con los Derechos Humanos.
Poco tiempo falto, para que se desenmascarara el plan, tras la creación de esta procuraduría especial de diversidad, que sin cartera, se ocuparía en ser una propagandista más de los deseos políticos de la ahora dictadura en Nicaragua.
Pero ¿para qué fue creada la procuraduría?
Según la misma procuraduría en su pagina web sostiene que fue, para promover y defender los derechos, orientar e informar sobre la ruta de denuncia, capacitar, sensibilizar a servidoras y servidores públicos, promover la elaboración de leyes, y fortalecer con familias y comunidades los conocimientos en Derechos Humanos de la población LGBT.
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Tras casi 15 años en el puesto, Montiel a logrado poco o nada, en avances a favor de derechos y el reconocimiento de la comunidad LGBTIQA+. El papel de la Procuradora se ha limitado a ser propagandista de un folleto que nombraron «Cartillas para la Vida Armoniosa«, misma que según promueve «el respeto a la diversidad y a las mujeres».
Esta misma cartilla realizada por la llamada «Comisión nacional para la vida armoniosa» creada y presentada en marzo del 2023, en su portada ensalza a la pareja en el gobierno como ejemplo de familia.
Acompañada con una larga descripción de cómo debería de ser la familia en Nicaragua y haciendo referencia a escritos de la que llaman la «Compañera Rosario», Rosario Murillo esposa y vice presidenta de la dictadura Orteguista.
La dictadura de Samira Montiel
Los ya casi 15 años que le preceden a la Procuradora y su poco actuar, así como la supuesta instrumentalización de este ente estatal, para perseguir políticamente a quienes no aplauden sus quehaceres la convierte en «una dictadora», sostiene Magdiel Galeano, presidente del movimiento diversidad del grupo político opositor UNAMOS (antes MRS).
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«En el 2009 fue un hecho histórico, pues no teníamos derechos políticos, pero hoy en día después de 15 años no se ha hecho nada, Samira Montiel no esta haciendo ninguno de los roles que debería de hacer, como procuradora, no esta defendiendo a la comunidad», sostiene el activista LGBTIQA+.
Galeano refiere que el silencio de la Procuradora la convierte en complice de los crímenes de odio que se han incrementado en los últimos años en Nicaragua y que según el observatorio de La Corriente deja ya a 3 muertes en 2023 y al menos 3 muertes en lo que va del año 2024.
«Ella (Samira Montiel) no ha hecho ninguna denuncia, no a levantado la vos y no ha estado ni con las víctimas ni las familiares de estos crímenes de odio», sostiene Magdiel Galeano exiliado de Nicaragua desde 2018.
Un activista de diversidad, que por seguridad prefiere anonimato y llamaremos Adriano Antinoo, secunda la postura de la inoperancia de la Procuradora de Diversidad, al igual que asegura que «no le interesa tampoco hacer nada».
«Samira no se pronuncia en ninguno de los casos de los crímenes de odio, los mismos medios de ellos ni la toman en cuenta», sostiene Adriano Antinoo.
¿Qué debería estar haciendo la procuraduría de la diversidad?
El único hito importante en la historia de la defensa de los derechos de la población LGBTIQA+, fue la derogación del artículo 204 del Código Procesal Penal en 2008. El artículo declaraba sodomía y penalizaba las relaciones entre personas del mismo sexo, hasta con tres años de cárcel, y fue creado en 1992 por el gobierno de Violeta Barrios de Chamorro.
De esto en adelante, solo pequeños intentos de logros, que no han significado mucho en la defensa de los derechos de la población, como lo fue el acuerdo ministerial del Ministerio de Salud en 2009, que orientaba promover y defender los derechos de la identidad de género en este ministerio gubernamental; mismo sin obligatoriedad de cumplimiento y que a la fecha no se aplica.
«Samira debería estar respondiendo a las recomendaciones del Examen Periódico Universal, sobre el cumplimiento de los Derechos Humanos de las personas LGBTIQ+ pero no lo hace, no exigen ni al estado en general, ni al sistema de justicia en lo particular», sostiene Antinoo al mencionar que su rol se limita a la propaganda gubernamental.
Por su parte Magdiel Galeano sostiene que, la discriminación persiste y desde el mismo Estado y declara complice a Montiel por estar frente a cargo de protección que no realiza «hay una procuradora incapaz de hacer su trabajo, no hay una ley de protección, no hay una ley de identidad de género» sostiene Galeano.
«Ella (Samira Montiel) es un puesto por estar, la lucha de la comunidad LGTBIQ+, no es por tener un puesto, los hechos históricos se logran haciendo trabajo de incidencia, de avance, y en Nicaragua no ha habido ningún avance en cuanto a derechos LGTBIQ+, seguimos siendo discriminados aún por la dictadura y por la misma dictadura de la procuradora», resalta el activista.
Silencio complice de Samira Montiel por crímenes en 2018
En las protestas iniciadas en abril del 2018, la comunidad LGBTIQA+ también tendría un papel protagónico en la lucha por la justicia y la democracia en Nicaragua, pero que dejaría consecuencias graves en la población diversa.
De los 320 asesinados en el año 2018 al 2019, al menos 8 fueron de la comunidad LGBTIQA+, según informe afectaciones LGBT, en este mismo años, al menos 5 mujeres trans fueron apresadas por su papel de lideresas en la crisis sociopolíticas del país.
Mientras organizaciones defensoras denunciaban, que estas mujeres trans había sido recluidas en celdas de hombres, en la cárcel la Modelo, el silencio imperaba en la procuraduría y especialmente en la defensora de la comunidad LGBTIQA+ Samira Montiel.
Las suposiciones no se hicieron esperar, por la desaparición de la procuradora en la vida publica, muchos supusieron su huida hacia España, mismo que nunca se comprobó, por el silencio de Montiel, pero que en 2019 se disipó cuando volvió a la vida pública, sin decir ni una sola palabra de los hechos acontecidos en 2018.
Magdiel Galeano define esto como complicidad por parte de la procuradora, «a partir del 2018, no dijo nada donde muchos de la comunidad nos toco salir huyendo por la persecución de la dictadura Ortega Murillo, Samira Montiel es culpable también de la persecución hacia nuestra comunidad, aún siendo ella la procuradora, nos persigue y no hace nada» remarca.
Como medio responsable, intentamos conocer los argumentos de la misma Procuradora Samira Montiel, pero esta mantiene sus redes privadas y sin contacto alguno con medios no oficiales en Nicaragua, dejamos mensajes en organizaciones aliadas de su trabajo pero no hemos obtenido respuesta.
