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31 años del maremoto que devastó San Juan del Sur en Rivas


Foto: Archivo de El Nuevo Diario

Por: Redacción Intertextual/ contacto@intertextualcr.com

 

Cada primero de septiembre la gente del municipio de San Juan del Sur recuerda son tristeza aquella noche de 1992 en la que el mar se metió con fuerza a sus viviendas, los despojó de sus pertenencias y puso en peligro la vida de sus seres queridos.


Una enorme ola de más de cinco metros de altura causó al menos 170 muertes y más de 3000 heridos en todo el pacífico del país, según los registros de la época, además de cuantiosos daños materiales, y la destrucción de todos los pequeños negocios turísticos ubicados frente a la costas.

Esta es la historia de una microempresaria turística, del hijo del dueño de uno de los restaurantes más reconocidos de San Juan del Sur y del alcalde de ese entonces, a quien le tocó gestionar el desastre causado por el tsunami.

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Reina Triguero (64 años) micro empresaria turística de San Juan del Sur

━Estaba en mi casa viendo una novela con mi esposo. Afuera estaban dos empleadas que teníamos, cuando de repente escuchamos que ellas empezaron a gritar desesperadamente. Entonces oímos un impacto y nos salimos.

El agua, como un fantasma, venía frente a nosotros, y en cuestión de segundo nos llegó hasta el pecho.


━Recuerdo que mis hijos estaban jugando en la costa. En la desesperación noté que el mayor de 10 años venía nadando en la corriente y que me gritaba: Ay mamá me voy a morir! , pero yo le gritaba que no. Entonces lo agarré, y seguimos avanzando como pudimos junto a mi marido a buscar una parte alta.


En el camino, mi esposo se recordó de nuestro hijo pequeño y se regresó a buscarlo, pero una gente que se encontró en el trayecto, le dijo que se había ido con los hijos de doña Guadalupe Morales, la tenía una casa de dos pisos y que estaba bien.

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Cuando habíamos pasado el mercado, todo el mundo corría para la loma del Barlovento y de repente me acuerdo de mis padres que vivían en una zona baja y decidí ir a buscarles, pero cuando llegué, ya no había nadie en la casa. La casa estaba abierta y pensé lo peor, pero unos vecinos, entre gritos y lamentos, me comunicaron que estaban arriba, y que no me preocupara.


Mauricio Granja Fajardo (47 años) hijo del dueño del Timón, el restaurante más famoso y exclusivo de San Juan del Sur


━Eran las 7:45 de la noche. Estaba en el restaurante de mis padres, solo con dos señoras que trabajaban con nosotros. En el negocio había tres mesas, en una de ella estaba un reconocido médico del departamento de Rivas.


━Fue una llena total. La ola reventó hasta cierto punto, y no nos habíamos dado cuenta, hasta que vi la espuma blanca entrar al negocio, y escuchar a la gente gritar con desesperación.

Recuerdo que agarré de la mano a una de las señoras del restaurante y que logramos salir de ahí, gracias a que el agua nos ayudó.


En el momento estaba en shock, pero la señora me ayudó a concentrarme para poder salir de aquel lugar con ella, pero mi reacción de miedo fue cuando pasamos frente a la casa de mi mamá. Ahí me entró el pánico, sobre todo porque la corriente ya estaba de regreso, y se estaba llevando todo.


Vi a la gente desesperada, desconcertada y sin saber qué hacer. Todo era una locura con el agua. La corriente arrastró todo lo que se encontró en el camino a nosotros solamente nos dejó el techo del restaurante.

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Cinco minutos antes del tsunami, hubo un temblor que anunciaba como un preludio lo que iba a suceder aquella noche de septiembre. Fueron unos 30 minutos de pánico de los que no quiero recordar.


César Guadamuz (60 años) alcalde de San Juan del Sur en el tiempo del tsunami, y la persona a la que le tocó gestionar el desastre natural.

Exalcalde del municipio al cual le toco gestionar el hecho.

━Era un día normal en el pueblo. Yo estaba en las oficinas de la alcaldía. Recuerdo que al momento de que la ola empezó a subir se escucharon los estruendos y los gritos de las personas que andaban cerca del área, corriendo sin dirección. Era una situación incontrolable.


━Como gobierno local no teníamos mayor información, sobre ese tipo de fenómenos, puesto que nos agarró a todos desprevenidos. Estamos hablando de una época que no existían los sistemas de alertas como los tenemos hoy en día y eso influyó en las consecuencias del maremoto.


Nos replegamos un poco a las zonas más altas, para tratar de dirigir a la gente quien de forma natural y por sobrevivencia llegaba hacia esos lugares.
Foto: El Nuevo Diario

Una vez que bajo la ola, el Concejo municipal, nos convocamos para hacer un recorrido y de inmediato organizamos una reunión para ver las acciones a desarrollar.

Recuerdo que conformamos un comité y que ese comité se encargó de distribuir las de áreas para posteriormente hacer una evaluación. No teníamos en ese momento una dirección.


Una de las cosas que más me impactó fue la impotencia de ver la forma en que la naturaleza se proyectó en las estructuras existentes y lo dañó todo.

Ese día por la tarde los trabajadores de la alcaldía habían desinstalado una barrera donde juegan toros, y que estaba hecha de madera y encontramos todas las tablas y al cuidador allá por el puente que está por el Maxipali.


Una de las zonas que más afectó fue la zona de Marsella, donde hubo varios muertos, aunque en los primeros días, la información era de personas desaparecidas, pero luego fuimos confirmando la tragedia.

Foto: Archivo Televisión Rivense

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