El chinandegano, Eleocadio Diaz Espino de 76 años, deberá pasar el resto de sus días en la cárcel por el crimen de odio, de la adolescente de iniciales O.S.A.D., de 14 años, ocurrido la noche del pasado 20 de noviembre del 2024, en la comarca Buena Vista del municipio de El Viejo, Chinandega.
La juez Isabel Mayorga Savedra, del juzgado de Distrito Penal Especializado en Violencia de Chinandega, lo condenó a prisión perpetua revisable, ya que las pruebas dejaron en
en evidencia que se trató de un crimen de odio por la orientación sexual de la víctima.
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El imputado hasta ya había dejado entrever ante pobladores de la comunidad que iba agredir a la víctima y en una expresión machista hasta refirió que la iba «hacer mujercita» porque era lesbiana.
La noche del crimen de odio

Diaz Espino era tío abuelo de la víctima y aprovechándose del parentesco, la interceptó en una zona oscura y despoblada de la comunidad antes mencionada cuando ella se dirigía a su casa y la llevó a la fuerza a un rancho que le habían asignado a él para cuidar una finca.
Al ingresar al rancho, trató de violar a la adolescente, pero ella se resistió y no poder agredirla sexualmente, Diaz Espino, sujetó a la adolescente del cuello y le golpeó la cabeza en varias ocasiones contra un pilar hasta causarle la muerte y después fue a quemar el cuerpo en el tronco de un árbol.
Pero aunque trató de desaparecer el cadáver de la víctima, prendiéndole fuego, el crimen quedó al descubierto el 22 de noviembre cuando oficiales de la policía llegaron a la propiedad.
Primero encontraron la chinelas (calzado) que calzaba la adolescente y con la ayuda de la técnica canina, dieron posteriormente con los restos de la víctima que no se quemaron en su totalidad y hasta una cadena que ella andaba colgada en el cuello.
Diaz Espino quemó el cuerpo aproximadamente a 25 metros del rancho pero las partes que no se quemaron completamente las echó en un saco que posteriormente lanzó en un hoyo con agua, pero entre las cenizas siempre quedaron evidencias de restos de tela y partes del cuerpo.
Cuando los oficiales se acercaron observaron los restos y al buscar en hoyo, encontraron el saco que contenía huesos y tejidos del cuerpo de mayor dimensión que pertenecían a la adolescente.
La judicial detalló en la sentencia que Diaz Espino demostró un desprecio absoluto a la vida y que la pena debía ser proporcional al sufrimiento causado a la víctima y a sus familiares. Además de condenarlo a prisión perpetua, también lo sentenció a 10 años de cárcel por violación agravada en grado de tentativa.
Crímenes de odio en Nicaragua
Según estadísticas del Observatorio de Violaciones a los Derechos Humanos de Personas LGBTIQ+, solo entre 2021 y el primer semestre de 2024 se documentaron 174 delitos contra personas de la diversidad sexual en Nicaragua.
Entre los delitos registrados, sobresalen las agresiones físicas, pero también se contabilizan seis crímenes de odio y la muerte de otras cinco mujeres trans, que la Policía tipificó como suicidio u otras causas, a pesar de que sus familiares rechazaron estas versiones.
Los hechos documentados por el Observatorio de la asociación feminista La Corriente también incluyen agresiones sexuales, acoso, extorsiones y violencia laboral.

Foto: Intertextual.
María Teresa Blandón, directora de la organización feminista La Corriente, explicó que en la Policía, el Ministerio Público y el Instituto de Medicina Legal de Managua no se desagregan las estadísticas por identidad de género ni por orientación sexual.
Ante el silencio institucional, las únicas fuentes de información son los familiares de las víctimas, activistas y medios de comunicación. Blandón concluyó que la mayoría de los agresores de personas LGBTIQ+ quedan en la impunidad, debido a la falta de investigación policial y a la indiferencia del sistema de justicia.