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Día de los difuntos: “Aún guardo en mi memoria como me protegía…”

Por: Redacción Intertextual/ contacto@intertextualcr.com


Días ante que se conmemore el día de los difuntos, las familias se preparan para una visita a los cementerios o campos santos, limpian los terrenos de la maleza, pintan las tumbas. Al llegar el 02 de noviembre la cita es muy de mañana, personas de todas las edades están ahí, algunas a la sombra de un árbol que fue sembrado en la tumba de sus seres queridos.

En esta fecha, se dan los reencuentros de personas que pocas veces se ven hasta por largos años, pero les une el amor de ese ser que guardan en la memoria.


Desde muy pequeña Raquel Jirón supo lo que era ir anualmente a visitar la tumba de su padre llamado Domingo Jirón, la faena era limpiar, enflorar y pasar todo el día en el cementerio, el falleció cuando Raquel apenas tenía 7 años de edad.


Esta mujer de 58 años, originaria de Camoapa, siempre va al cementerio, aunque no sea día de los difuntos, para revivir los escasos recuerdo de un padre amoroso.

“Aún guardo en mi memoria, como me protegía, recuerdo su voz,” dice a Intertextual.

En el año 2000, también falleció su mamá llamada Lidia Mejía, por quien paso dos años vestida de luto y con un profundo sentimiento de impotencia, “de no haber hecho los suficiente,” a pesar de que la cuido hasta su último día de vida.


“Ahorita que ya son los dos que están allá (cementerio) desde siempre los he visitado, llevándoles flores con la tristeza de no haber pasado más tiempo compartiendo con mi padre, con los dos juntos habría sido diferente la situación de mis hermanos y mía.”

Sin embargo, tiene la esperanza y su fe en Dios “de que los dos ya descansan en paz,” porque considera “eran unas excelentes personas.”


Con el paso del tiempo ya no solo era visitar la tumba de su padre, de su madre, también falleció una de sus hermanas y así más personas importantes cercanas o de la familia fueron falleciendo.


Raquel Jirón Mejía, cuando visita a sus difuntos, vive un momento especial, “les canto, hago oraciones, rezo el rosario y les agradezco por todos los buenos momentos que vivieron y me regalaron gracias a Dios,” manifestó un poco conmovida al hablar.


La muerte es la verdad de la vida


El 02 de noviembre es un día para rezar a los difuntos, según la iglesia católica, esta fecha es “para pedir por las almas del purgatorio” de aquellas personas que esperan llegar al cielo al que no pueden llegar sin una completa purificación de sus faltas (pecados).


La iglesia católica recomienda rezar y explica por qué: desde los primeros tiempos, la iglesia ha honrado la memoria de los difuntos y ha ofrecido sufragios de su favor, en particular el sacrifico eucarístico, para que, una vez purificados, puedan llegar a la visión beatifica de Dios.

Por otro lado, la iglesia también recomienda las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia en favor de los difuntos.

Por otro lado el Papa Francisco en la misa en conmemoración de los fieles difuntos exhorto a que las personas creyentes “alimenten la espera del Cielo” aclarando que después de la muerte hay un encuentro con Dios y en el proceso de la muerte desvanecerán “las mejores carreras, los mayores éxitos, los títulos y galardones más prestigiosos, las riquezas acumuladas y las ganancias terrenales.”


El santo padre dijo a la feligresía católica que hay que reconocer “cuánto tiempo, esfuerzo y energía gastamos en preocuparnos y afligirnos por estas cosas, dejando que la tensión hacia el hogar se desvanezca, perdiendo de vista el sentido del viaje, la meta del viaje, ¡el infinito al que aspiramos, la alegría por la que respiramos!”.


Para finalizar la liturgia el Papa Francisco dijo que el señor recuerda que “la muerte llega para hacer la verdad de la vida y elimina todos los atenuantes de la misericordia.”



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