Podcast de IRCA Casa Abierta analiza la búsqueda de seguridad y apoyo para migrantes LGBTQ+ en Costa Rica frente a la violencia sexual.
En el cuarto episodio de “Puertas Abiertas”, el podcast del Instituto sobre Migración y Refugio LGBTIQ+ para Centroamérica (IRCA Casa Abierta), Manuel Yepes introduce una conversación crucial sobre la vulnerabilidad que experimentan las personas migrantes y en desplazamiento forzado, especialmente aquellas pertenecientes a la diversidad sexual.
“Por mi experiencia personal sé que existen lugares y personas dispuestas a acompañarnos en nuestros procesos” afirma Yepes, dando paso a Angie Gabriela Acosta González, experta en acompañamiento a víctimas, para explorar “una ruta para identificar los recursos disponibles para protegernos y sanar”.
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ToggleMigrantes LGBTIQ+: Superando barreras y buscando protección
La conversación con Acosta González, trabajadora social y activista feminista con experiencia en los «puntos violetas» del INAMU, se centró en cómo afianzar estas redes y la comunidad para ofrecer protección contra la explotación y el abuso sexual.
Uno de los puntos iniciales de la discusión son las barreras específicas que enfrentan las personas migrantes y de la diversidad sexual al buscar apoyo tras ser víctimas de violencia. Acosta desmitifica la idea errónea de que la diversidad sexual se exime de la violencia diciendo «se cree que, si yo soy lesbiana o que, si soy gay, entonces ya no hay violencia”. Además, critica los “demasiados estereotipos de que somos promiscuas… que ningún abuso se considera como abuso cuando en realidad no” lo que genera una peligrosa” vulnerabilidad”.
La realidad del tránsito migratorio añade capas de riesgo. Acosta describe cómo “pasar selvas, ríos, territorios donde no hay ningún tipo de seguridad”, expone a las personas a diversas formas de violencia. “Al llegar al país de destino, la situación migratoria irregular, la barrera del idioma y la discriminación basada en la identidad sexual y de género dificultan el acceso a los recursos de apoyo”.
Costa Rica: INAMU como recurso clave, pero con desafíos para migrantes LGBTIQ+
En cuanto a las instituciones estatales en Costa Rica, Acosta reconoce que a nivel estatal no existe organización que “responda a personas migrantes LGBTIQ+ en esta condición”. Sin embargo, destaca la labor del Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU), que ofrece servicios especializados en violencia de género para mujeres, incluyendo aquellas en situación de migración.
A pesar de esto, advierte que la sensibilización del personal no es uniforme, lo que puede resultar en revictimización. La atención a las necesidades específicas de las identidades trans y no binarias aún requieren mayor exploración e investigación.
Los “puntos violetas” del INAMU se presentan como espacios de “orientación” dirigidos principalmente a mujeres adolescentes y en el ámbito laboral que sufren acoso y hostigamiento sexual, aunque también informan sobre otros tipos de violencia y las rutas de acceso a servicios. Por otro lado, ofrece una atención más directa, proporcionando asesoría legal, apoyo psicológico y acompañamiento social a través del trabajo social.
Por otro lado, la «delegación de la mujer» del INAMU ofrece una atención más directa, proporcionando asesoría legal, apoyo psicológico y acompañamiento social a través del trabajo social.
Sociedad civil y recursos remotos: Apoyos cruciales para migrantes LGBTIQ+ en Costa Rica
En el ámbito de la sociedad civil, Angi Acosta menciona a la Fundación Rahab como una organización importante que trabaja contra la trata de personas, incluyendo mujeres y adolescentes. No obstante, reconoce que la reducción de presupuesto ha afectado a muchas ONGs que trabajaban en estos temas. Destaca el valioso papel de los “consultorios jurídicos” en universidades como la Universidad de Costa Rica y la Universidad Latina, donde estudiantes de derecho ofrecen “una guía de cómo denunciar” brindando un espacio de autonomía y comprensión.
Sobre la disponibilidad de albergues para personas migrantes, Acosta señala y resiente el cierre de programas por falta de recursos. Menciona a “senderos” y “Fundación Llévame”, aunque no estén enfocadas exclusivamente en la población LGBTIQ+ migrante, sugiriendo la necesidad de investigar su enfoque y seguridad para esta población.
Ante este panorama la activista enfatiza la urgencia de “construir nuestras propias redes de apoyo y de apoyo comunitario”. Si bien no tiene conocimiento de iniciativas especificas en curso, subraya la importancia de la “educación popular” como una herramienta fundamental para fomentar la comprensión y el reconocimiento de los derechos de las personas diversas. En este sentido, lamenta la eliminación de las guías de educación sexual por el Ministerio de Educación Pública, considerando que dificulta el reconocimiento y la prevención de los abusos.
Para las personas que se encuentran fuera del área metropolitana, recomienda utilizar la «línea 115 del INAMU» para obtener asesoría y acercarse a las «oficinas de la mujer» o los departamentos de gestión social en las municipalidades, que deberían estar capacitados para abordar temas de género y violencia.
Finalmente, el mensaje de Angie Gabriela Acosta para las personas LGBTIQ+ migrantes que enfrentan situación de violencia, es un llamado a la autoafirmación y a la búsqueda de ayuda, que son personas con derechos… a pesar de su situación migratoria. “Los recursos de ayuda existen para eso” concluye, instando a “ir y buscar que se les cumplan”.