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Las autoridades judiciales de Nicaragua otorgaron “detención domiciliaria” la noche de ayer jueves 24 de febrero, a los presos políticos, Edgard Parrales Castillo, de 79 años, y a Mauricio Díaz Dávila, de 71 años, ambos opositores del gobierno de los Ortega Murillo, detenidos en la cárcel conocida como “El Chipote” desde finales del año 2021.
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El gobierno Ortega Murillo, cambió la medida cautelar de prisión preventiva a medidas domiciliar para los dos reos de conciencia, señalando que la decisión se tomó “al tener conocimiento del estado de salud” de los dos detenidos, “por razones humanitarias”, y que la autoridad judicial ya autorizó su traslado.
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Parrales y Diaz, son beneficiados desde ayer por la noche, según la nota de prensa del MP de este cambio de medida de prisión a domiciliaria y se suman a los presos políticos Arturo Cruz, José Pallais y Francisco Aguirre Sacasa, que el pasado viernes también fueron enviados a sus viviendas bajo custodia policial. Esta acción es ordenada, pero carece de detalles de las condiciones de salud en que se encuentran verdaderamente, los reos de conciencia.
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Estas medidas a detención domiciliar, se produce una semana después de la muerte del exguerrillero Hugo Torres, uno de los 46 opositores encarcelados por el gobierno de Daniel Ortega entre mayo y noviembre, y parte de los más de 170 “presos políticos” que guardan prisión desde 2018, de acuerdo con información de Organismos de Derechos Humanos.
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El diplomático Manuel Díaz Dávila, fue declarado culpable y sentenciado a nueve años de prisión por el supuesto delito de “conspirar para cometer menoscabo contra la integridad nacional. Por la noche de este jueves, el Ministerio Público, anunció su cambio de régimen carcelario.
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En una nota del Medio digital Confidencial, describen la forma violenta en que fue detenido el diplomático quien también es directivo del partido CxL “fue detenido de manera violenta el 9 de agosto de 2021, por un grupo de oficiales de la Policía Nacional que lo interceptaron, golpearon a su hijo y al abogado que lo acompañaba, después de declarar ante la Fiscalía orteguista”. Diaz ha presentado problemas de desmayos y lagunas mentales, según han declarado su familia.
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Parrales Castillo, exrepresentante de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA) del Gobierno sandinista en los años ochenta, se le acusa del supuesto delito de “conspirar para cometer menoscabo contra la integridad nacional” y “propagación de noticias falsas”.
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Parrales fue capturado el lunes 22 de noviembre por civiles y trasladado a El Chipote, luego de haber dado declaraciones a un medio nacional, su detención forma parte de la última ola represiva de Ortega contra líderes políticos y cívicos, que cuestionan su ilegitimidad en el Poder. Al exdiplomático no se le ha programado juicio.
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La salud de Parrales se ha deteriorado, tomando en cuenta que antes de su captura ya tenía un cuadro complicado de salud, requiere una colonoscopia especializada porque tiene problemas digestivos crónicos. No tiene intestino grueso, se le fue extirpado, tiene diverticulitis y una hernia, lo que exige una atención de salud especial.
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Antes las primeras decisiones de casa por cárcel de los tres primeros presos políticos, la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) pidió al gobierno de Nicaragua la liberación de todos los reos de conciencia enfermos o de edad avanzada.
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“Ante el otorgamiento… de prisión domiciliaria a tres personas procesadas, cabe recordar al Estado que hay varias más, vulnerables por edad y/o enfermedad, que deberían dejar de inmediato las inhumanas condiciones de detención a las que están sometidas”, señaló la OACNUDH en Twitter.
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Por otro lado, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) puso en duda que el cambio de medida cautelar signifique realmente el fin del encierro que los opositores han vivido en prisión, y exigió que se les permita “acceso sin límites a sus familiares”.
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Se preguntó el CENIDH en un tuit.” ¿Les pondrán patrullas en las afueras de las casas y cortarán las vías de comunicación? Eso sería inaceptable, estas personas se encuentran graves de salud y el régimen Ortega Murillo lo sabe”.
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Cabe señalar que, Parrales es beneficiario de medidas cautelares por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH, sin embargo, este permanecerá detenido y a la espera del juicio que aún no ha sido programado.