Cada 14 de febrero se celebra el aniversario de haber sido elevada a ciudad en 1862. Su nombre en sí es una gran lección de rebeldía indígena y de un pueblo luchador que se levanta cada día con la frente en alto.
Por: Redacción Intertextual/contacto@intertextualcr.com
Matagalpa está en pie desde antes de la colonización española y es de las pocas ciudades que se encuentra en el mismo lugar desde su fundación. Tanto ayer como hoy, se oían los mismos nombres: Matagalpa, Molaguina, Solingalpa y Guanuca, igual su lengua, su espíritu guerrero y alma indomable con que conquistaban el respeto de otras tribus y pueblos del resto de Nicaragua.
El joven antropólogo e historiador local, Paul Cruz Olivas, considera que los registros sobre “La reina del café” datan de 1615 cuando llega al altiplano de Matagalpa el conquistador Gabriel De Texeria.
“Los misioneros católicos llegaron a Sébaco donde iniciaron el proceso de cristianización”, explicó el experto, agregando que después fueron subiendo sobre las aguas del río Grande de Matagalpa hasta llegar al sitio en que se fundaría la futura “Perla del Septentrión”.
Afirmó que existe un censo muy anterior a la llegada de Texeria, que data desde 1581. “Es el censo más antiguo que tenemos de las tres parcialidades (Matagalpa, Molaguina y Solingalpa), separadas cada una como por diez cuadras de la actualidad”, precisó.
Según Paul Cruz, en los registros oficiales se nombra la Villa de San Pedro de Matagalpa de 1803. “Ya contaba con una población considerable, la catedral, los primeros intentos para construir lo que sería el barrio de Laborío, junto a la comunidad indígena y el barrio de Guanuca”.
Los misioneros en Matagalpa
Explicó que los misioneros religiosos fueron primero los mercedarios y después los Jesuitas, quienes dejaron una huella imborrable en la Villa de San Pedro.
A criterio del experto, Matagalpa deja de ser villa y se convierte en ciudad, gracias a su participación en la batalla de San Jacinto en 1856. “Matagalpa fue la capital provisional del país en la guerra contra Walker, pero una vez que éste fue derrotado por la unión de los nicaragüenses, el 14 de febrero de 1862, el gobierno de Nicaragua, por medio del congreso, eleva la Villa de Matagalpa a la categoría de ciudad”, argumentó.
“A partir de ese momento inicia la división política de Matagalpa como departamento, así como Jinotega y Chontales”, apuntó Cruz.
Matagalpa está cimentada sobre un valle con montañas como el macizo Apante y El Calvario. Además, el Río Grande cruza su casco urbano, con un relieve accidentado, más su población de origen indígena, al que se le añadieron los españoles, inmigrantes europeos y de otros puntos del país como Masaya, León, Managua, Granada, Costa Caribe, entre otros.
Interés económico
Desde siempre Matagalpa fue de interés económico para la Corona Española, para los criollos, las migraciones extranjeras y para el estado como tal y, en la opinión de Paul Cruz, ese primer interés se fijó en la explotación del oro, cobre y hierro por medio de la minería.
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“Ya para 1860 empieza el auge del café como motor económico de Matagalpa con las primeras fincas en San Ramón y en 1880 el grano de oro se vuelve masivo y después las hortalizas, las flores, granos básicos, cacao, entre otros rubros”, anotó.
Personajes
La historia de Matagalpa no puede ser contada sin recordar a las personas que la forjaron desde sus barrios o desde el poder, pero que en igual medida la han honrado con sus acciones, dichos y andanzas.
Para el historiador matagalpino Uriel Cardoza Sánchez, administrador de la página de Facebook “Matagalpa andando ayer y hoy”, dedicada al rescate de la historia de la ciudad, sobre todo el siglo veinte, ser Matagalpa es ser original, trabajador e intelectual.
Recuerda a diferentes personajes como Benito Morales, quien fue Jefe de Estado de Nicaragua en 1833, senador y prefecto. Bartolomé Martínez, quien fue Presidente de Nicaragua entre 1923 y 1924, “el presidente más pobre y honrado que salió de Matagalpa,” asegura Cardoza.
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“Hay que mencionar a don Matías Baldizón Morales, prefecto del departamento de Matagalpa, y manejador económico para la construcción de la Catedral, Ivania Navarro Genie, Miss Nicaragua 1976, la primera que llegó entre las 10 finalistas de Miss Universo. Fue la primera reina de belleza que dio dos coronas internacionales para el país: “Miss Teenager Intercontinental” y “Miss Turismo”. Navarro fue contratada por la organización de Miss Universo para trabajar en giras de modelaje”, dijo.
Acerca de los personajes pintorescos, el historiador describe a “Marcos Tapa” o Marcos Leiva, recordado por su facilidad para inventar historias y hechos. A don “Pedro Cosita” o Pedro Bracamonte, una persona muy respetuosa para hablar, pulcro para vestir y delicado en el trato con la gente.
En Matagalpa se destaca la historia de don Tomás Pravia, conocido como “Colocho”, un anunciador de muertos que con su vehículo de perifoneo informaba a la sociedad el deceso de algún matagalpino a cualquier hora. “Cuentan que él mismo dejó grabado su propio anuncio mortuorio, con su propia voz, para que lo divulgaran sus hijos como él lo hacía en vida”, expresó.
“Recuerdo a don Peña y sus semitas, las hermanas Morales y el aprendizaje de las primeras letras con ellas, a don Juan Morales, cuya casa hoy en día es el referente más conocido en la ciudad”, expresa con nostalgia.
Rememoró a personas inolvidables de las calles de la “Perla del Septentrión” como la “Tomasa Loca”, “Maitro Nicho”, “Leche Burra”, “Carne Amarilla”, el “Chele Loco”, “Patrocinio”, “Leonidas Loco”, el inolvidable Eloy, entre otros.
Además de su memoria y experiencia, Uriel Cardoza es un entusiasta que recopila toda serie de libros y documentos históricos sobre Matagalpa, así pudimos ahondar más en datos y particularidades relacionados a la festejada Matagalpa.
Construcciones históricas
Dar un paseo por la ciudad de Matagalpa es deleitarse con su arquitectura, pues los edificios, monumentos y ornamentos representan en su conjunto el talento humano y el gusto de sus gentes.
Lo más representativo es la Catedral San Pedro Apóstol, dedicada a la Virgen de La Merced y construida entre 1874 y 1895.
El antropólogo e historiador, Paul Cruz considera que la primera piedra de la catedral se puso en 1610. “Los planos originales eran inmensos”, comentó.
“Esta catedral es la que más tiempo tardó en construirse, pero fueron los Jesuitas y la comunidad quienes se dedicaron en cuerpo y alma a su feliz terminación”, relató.
La catedral San Pedro de Matagalpa es la tercera más grande de Nicaragua y fue declarada Patrimonio Histórico y Cultural de la Nación por la Asamblea Nacional en el año 2007.
Pero existen otras construcciones representativas de la ciudad, tales como la iglesia San José, llamada antiguamente iglesia de Laborío o de Dolores, que sirvió de cuartel a los indios alzados en armas en 1881
También la iglesia Molagüina, antes conocida como iglesia San Felipe, es una de las más antiguas, fue construida entre 1751 y 1873. Posee en su altar mayor uno de los crucifijos más antiguos de Nicaragua, traído de España en 1630 y un tiempo fue parte de las misiones.
De igual forma hay edificios más recientes como el Palacio Episcopal, sede del Colegio San Luis y de la Universidad Católica Juan Pablo II, el Teatro Municipal, la Casa de la Comunidad Indígena, los parques Darío, Morazán, Los Monos, la Cruz de Apante, entre otros.
MATAGALPA Y SU MÚSICA
Para Paul Cruz, una de las tradiciones más representativas de Matagalpa radica en su música, sus compositores e intérpretes musicales, que se fortaleció con la llegada de los inmigrantes europeos, principalmente alemanes, ingleses, daneses, chinos, españoles.
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“Producto de esa tradición ha quedado para siempre piezas musicales como el Corrido a Matagalpa o del Centenario, El grito del bolo, Te vas, la Tayuyá y muchas otras canciones que figuran en un disco que grabaron hace ya más de 20 años varios artistas de Matagalpa con el impulso del empresario y también historiador norteño Eddy Kuhl Aráuz”, sostuvo.
LA LEYENDA DE LA SERPIENTE
Cuenta la tradición oral que existe en Matagalpa una serpiente gigantesca que está amarrada al cerro Apante con tres pelos de la virgen María.
Se trata de un mito indígena, dice Cruz: “está relacionado con la adoración de la serpiente, que los Jesuitas adaptaron para que los indígenas compararan la historia con elementos católicos”, relató.
“Se cuenta que en el cerro Apante habita una gran serpiente, a la cual la Virgen la tiene amarrada con tres de sus cabellos. Esa serpiente tiene la cabeza enterrada en la laguna del cerro, la panza en la comunidad indígena y la cola en la Catedral. Los movimientos de la serpiente han reventado dos cabellos, quedando solo uno. Por lo tanto en el momento en que se rompa el tercero la ciudad será inundada”, según cuenta la tradición.
EL 160 ANIVERSARIO
Cada 14 de febrero Matagalpa conmemora un aniversario más de haber sido elevada a ciudad y las celebraciones son diversas, pintorescas, únicas e irrepetibles.
Los pobladores organizan juegos tradicionales, conferencias sobre la historia local, elecciones de reinas, fiestas en la calle, parrilladas masivas, actos solemnes en los que principalmente reconocen el esfuerzo de hombres y mujeres declarándolos ciudadanos notables.
En este 2022 Matagalpa llegó a su 160 aniversario de ser ciudad, siendo la población femenina la mayor, viviendo sobre todo en la zona urbana y un buen porcentaje en la zona rural.
Su economía depende básicamente de la producción cafetalera, granos básicos, cacao, artesanías y pequeña y mediana empresa particular y familiar.
Es la séptima ciudad más grande de Nicaragua y una de las más activas comercialmente, conocida como la Perla del Septentrión, por sus características naturales y capital de la producción, por su variada actividad agropecuaria y comercial.
Matagalpa no solamente es cuna de poetas y de músicos, también es poesía y música en forma de ciudad, con paisajes que invitan al ensueño, costumbres que por ser inolvidables son metáfora pura, nacida del amor a la tierra y a su gente.
