Por: Samantha Jirón
Hola, realmente tengo muchos días de querer escribir algo por acá, pero ha sido difícil por muchas razones, quisiera que se tomaran el tiempo de leerlo, quizás parezca muy largo y aburrido, pero léanlo.
En la vida siempre me ha costado entender por que estoy aquí, por que nací donde nací, por que he vivido muchas cosas que muchas de ellas solo las sabe mi mamá, otras yo, cosas que saben muy pocas personas en mi vida, pero si algo recuerdo es que siempre he luchado por buscarle un sentido a mi vida, a veces pienso que nací alerta, aunque ese sentido muchas veces me haya fallado, es totalmente normal.
Jamás pensé vivir todo lo que he vivido a partir del año 2018 simplemente me volqué a ayudar, a opinar, a salir, hasta fue un alivio saber que Nicaragua había despertado, pero jamás imaginé que iba a pagar con persecución, exilio, asedio, amenazas, cárcel y destierro, mis ideales.
Hoy escribo estas líneas con dolor pero con esperanza, escribo esto pensando en todo lo que he vivido, y que solo yo sé lo que se siente desde mi piel como dijo mi estimada Gioconda Belli.
No ha sido nada fácil el camino hasta hoy, me he equivocado y me he levantado muchas veces, he lastimado y me han lastimado, sin intención, hoy pido disculpas por eso.
Antes de mi secuestro, estaba en una depresión terrible, muy pocas personas lo saben, en mi vida dos veces he sentido tocar fondo, una en Costa Rica y esta última, las personas más cercanas a mi lo saben y estaba levándome de esta con todo el amor de mi mamá, quien jamás ha dejado de estar conmigo, estaba en uno de los momentos más difíciles de mi vida y era tomar una decisión si me exiliaba nuevamente o me quedaba, tome la decisión de darme un tiempo en la política, me sentía desgastada emocionalmente, necesitaba darle tiempo a mi familia, evitar lo que ocurrió.
Debo confesar que el ser apresada me desconecto de todo lo exterior y activo mis sentidos de sobrevivir el día a día. Fueron distintas etapas desde estar aislada totalmente hasta convivir con presas comunes y sobrevivir a eso, pero principalmente buscar paz, cuando caí presa no tenía la mejor relación con Dios, estaba peleada, a veces pienso que una de las razones de todo esto fue para buscar de él nuevamente, pase de los reclamos a arrodillarme todos los días y decirle que aceptaba esto que estaba viviendo, aceptaba su voluntad, sabía que no pondría cargas en mis hombros que no podía soportar, sabía que él tenía un propósito y que hoy no lo entendía pero un día lo comprendería, aun no lo sé. Al final solo pedía paz. Leí mucho la biblia, por dicha si pudimos nosotras en La Esperanza tener biblias, me aferre a muchos pasajes, a uno que siempre me ha sostenido y es Job 11: 13,15,16. Este especialmente, más por que mi mamá me lo logró pasar en una nota en un corpiño en el distrito, lo tengo como un tesoro.
También me ayudo mucho una canción que se llama Al Final, el día de mi juicio la llevaba en mi mente todo el tiempo, ya sabía a lo que iba, crónica de una condena anunciada.
Recuerdo ese día estar muy serena, confiada, no me arrepenti de nada, tenia siempre mi frente en alto, con mi mamá atrás, las dos juntas somos más fuertes, solo verla y sus ojitos llenos de amor me daban tanta fuerza, tanta valentía. Quería comentarles que el 16 de Feb se suspendió mi juicio, ese día me llevaron al juzgado y estuve ahí todo el día sola en una celda, a parte de las reas comunes, ese día me llevaron al medio día a unas bancas y mesas que están al aire libre donde comen los reos, recuerdo que me sentaron y me pusieron un plato de comida y así esposada me tomo una foto la sub alcaide, me sentí tan humillada, por que hasta a los reos comunes les quitaban una esposa, en todo este proceso aprendí en carne propia que las heridas que no ves son las que más duelen, y las que más cuestan sanar.
En todos esos meses tuve tiempo de pensar muchísimo, de limpiarme de muchas cosas, de valorar otras, de analizar mis errores, todas tenemos el derecho a equivocarnos, aprendí que nadie tiene el derecho de juzgarte, aprendí que todas tenemos la oportunidad de volvernos a levantar y empezar de nuevo, hoy siento que tengo una nueva oportunidad, para crecer, para aprender, para amar de manera sincera y mutua, para ser una mejor mujer, para ser una mejor amiga, una mejor hija, una mejor hermana, aprendí a valorar las pequeñas cosas y le doy gracias a la vida.
Aunque sé que no estoy en mi mejor momento emocionalmente, estoy viviendo nuevamente un duelo, siento que me quitaron una parte de mí y me duele hondo, me duele en la piel, me duele en el alma, no puedo evitarlo, es difícil, complejo, me siento desorientada, el empezar de nuevo, el estar lejos de mi familia, el sentirme vulnerable, por las noches tengo pesadillas, me cuesta dormir, tengo ansiedad, me duele mucho la cabeza, a veces no me quiero ni bañar sinceramente, y debo de decirlo, es la verdad, y sé que es difícil para todos los que fuimos excarcelados, también me es duro pensar en los 38 presos políticos que quedaron, me duele en el alma, pero por otro lado estoy optimista y con esperanza por que mi madre duerme hoy en paz, por que mis amigos y las personas que me quieren, mi familia hoy tienen paz de verme fuera de ahí, paz por que hoy 222 familias también tienen paz, son tantas cosas en mi mente, en mi corazón, que me es difícil aveces procesar.
Me es importante agregar que jamás he esperado nada a cambio de mis ideales, mi lucha, mi amor por Nicaragua, por mucho que haya sufrido, todo el costo que he tenido que pagar, soy una joven entre muchos que día a día anhelan libertad, mi recompensa será una Nicaragua justa, libre, igualitaria.
Quiero agradecer todo el amor, la solidaridad, que tuvieron y continúan teniendo conmigo, mi mamá me contaba y eso me daba fuerzas, pero hoy verlo, escucharlo, ha sido algo increíble, no tengo palabras para expresar toda mi gratitud a tantas mujeres valientes y hombres que jamás se cansaron de pedir mi libertad y la de todos los y las presas políticas, a mis amigas feministas, los colectivos de mujeres, organizaciones de derechos humanos, al Colectivo Nunca Mas, a Fundación Arias, a mi Claudia Vargas, a mi papá Roberto Danilo Samcam Ruiz, gracias por protegerme y estar siempre pendiente de mi a los chicos de Alianza de Jóvenes y Estudiantes Nicaragüenses a Unidad Juvenil y Estudiantil a Enrique Martínez a mi Iris González que me escribo un hermoso poema, a Yuri, Anke Faengewisch, Ignacio Castillo a mi Josue Rocha Jr. que me esperaba con flores en el hotel en Washington cuando más asustada estaba, (luego les subiré las fotos) ay Dios, me disculpan si no los menciono por que son muchos y no terminaría, pero decirles que los tengo presente, no me da la cabeza ahorita, pero agradecer principalmente a las personas que día a día les dieron ánimos y esperanza a mi madre eso significa todo para mi, gracias Erick Salas, Alexa Zamora Arana, gracias Ivannia Álvarez, a Wilih, a las personas que por seguridad no puedo mencionar, y a las personas que sin conocerme estuvieron día a día conmigo. Gracias por sus oraciones, no tengo palabras. Gracias a todos los que me han escrito, estoy poco a poco respondiéndo les pido paciencia, gracias a los medios de comunicación por siempre tenernos presentes.
Y quiero agradecer hoy a alguien muy muy especial en mi vida y es mi amigo incondicional Alex Hernandez quien ha materializado lo que es una verdadera amistad, a pesar que él estaba en mi misma condición, jamás se olvidó de mi, estuvo conmigo aunque no físicamente, me mandaba mensajes de ánimo, siempre esperaba sus mensajes en mis visitas que le decía su hermana a mi mamá, a mi amigo Yoel Ibzan que siempre estuvo también pendiente de mi y hasta me mando unos chocolates, recuerdo haberlo visto en la modelo el día que nos trasladaron y le hacía seña abrazos y corazones de largo. Gracias por tanto.
También gracias Kevin Solis por que has sido parte importante de esta nueva etapa de mi vida, a pesar de tus heridas estás ayudando a sanar las mías, te admiro por todo.
Gracias a Rostran Damaris y Ada Marling Herrera quien hoy me han cuidado con mucho cariño y me abrieron las puertas de su hogar.
Y finalmente gracias Mamá Karol Jirón gracias por su amor infinito, mejor madre jamás pude tener, gracias por ser mis fuerzas cuando sentía que no tenía, gracias por su sacrifico, gracias por su amor incondicional, gracias por apoyarme en todo y ayudarme a ser mejor día a día, por creer en mi, por animarme a atreverme a hacer muchas cosas, por amarme cada día, Te Amo mamá, mi mejor amiga , mi confidente también mi hermana Julissa Jirón mi hermanito Julio César Jirón, mis tía Zammie Jirón, Darling, Patricia, Danissa, mi tío Julito, mis primas Julianna Jiron Natalie, mi abuela Martha, mi abuelo Julio. Gracias infinitas. Los amo.
