En los tiempos de la revolución armada contra la dictadura somocista, a finales de los 70, esta casa que fue baleada, ocupada como cuartel por la guardia y los mismos sandinistas
Quienes han tenido la oportunidad de viajar al fresco municipio de ,Catarina y en especial conocer su famoso mirador, al pasar por el costado este del parque central, han podido observar una hermosa casa que aún conserva orificios de balas en toda sus paredes. Generalmente es vista con curiosidad y en la actualidad es una especie de atractivo turístico para los visitantes. Aquí también funcionó un reconocido hotel. Si ya ubica esta propiedad, seguramente, le interesará saber que esos orificios son producto de un ataque armado que se registró hace más de cuarenta años.
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Para conocer un poco sobre la historia de esta famosa casona, consultamos al señor Antonio Gaitán Nicaragua, poblador de Catarina, quien asegura que desde niño conoció la primera fachada de este inmueble, que pertenecía a una familia originaria de la ciudad de Granada, la cual había comprado esta propiedad con el propósito de pasar algunos fines de semana y disfrutar de su envidiable clima fresco.
“La dueña de esa casa se llamaba Amanda Burgos, quien habitaba en Granada, ella era amiga de mi mamá que se llamaba Juanita Nicaragua. Por eso conozco sobre esa casa, por los vínculos de amistad que había entre nosotros desde que yo era un niño, de eso ya han pasado más de 70 años. Era una sola casa hecha de pedazos de piedras mezcladas con cemento y otros materiales. Sus cuartos eran de tablas bien decoradas en sus divisiones, en el techo había unas arañas de metal donde colgaban las luminarias al estilo colonial, tenían unos cuadros que estaban en la esquina suroeste, también había una pila subterránea y su alrededor tenía como unos aleros”, recuerda Gaitán.
Fachada al estilo colonial
Asegura que esta casa tenía dos puertas, una en el costado norte y en la propia esquina al noroeste figuraba la otra. “Esa casa no era habitada permanentemente, porque los dueños venían de vez en cuando de visita, pero había un cuidador que se llamaba Manuel Nicaragua. Luego las paredes fueron remodeladas con piedras enteras, te lo digo porque yo desde chavalo estuve de ayudante y quien estaba al frente de la obra era un señor que actualmente anda deambulando y quedó ciego, sólo recuerdo su apellido que es Gaitán, originario de Masaya. Él se mantiene en el parque central (de esa ciudad) pidiendo limosna, yo era su ayudante. Esa remodelación si mal no recuerdo fue en la década de los 60”, continúa diciendo el catarineño.
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Rememora que esa casona era alquilada para realizar diferentes actividades como presentación de bailes folclóricos, hasta para recibir a personalidades políticas de las diferentes épocas como al presidente René Shick, incluso uno de los más contemporáneos fue el caudillo liberal Arnoldo Alemán Lacayo.
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“Era una casa muy hermosa, recuerdo que donde hoy están los orificios de balas en el costado este del parque, habían tres cuartos con sus respectivas ventanas de fachadas antiguas. Esa casa estaba hecha al mejor estilo de los granadinos, todo ‘fachentos’, vos sabes (sonríe), era una de las mejores casas de Catarina”, confiesa el entrevistado.
Atacada a punta de balas
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Con el estallido de la revolución armada en Nicaragua, a finales de los 70, este pueblo no estuvo exento de la guerra civil contra la dictadura somocista y esta casona colonial sufrió los embates del conflicto armado, por eso aún se conservan los disparos realizados a su pared, a pesar que los dueños de dicha casa no militaban en algún bando armado.
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“Lo que sucedió fue que cuando la guerra estaba en lo fino, los rebeldes quemaron el comando de la Guardia Nacional de Catarina, entonces los guardias se tomaron esa casona y la usaron como una especie de cuartel para defenderse de los revolucionarios armados de ese entonces, de modo que ese improvisado comando fue atacado por los sandinistas. Los disparos eran realizados desde la parte de arriba del pueblo hacia la zona de abajo, donde estaba ubicada esa casa, y ahí están los orificios de todo tipo de balas que se usaban en esos tiempos”, detalla don Antonio.
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“Aunque en esa casona no hubo muertos, solo fue el intercambio de balas, se supo que por la zona norte del parque cayó abatida la guerrillera sandinista Marta Navarro. Después esa casa fue ocupada por los rebeldes sandinistas. Pero al pasar el tiempo ese inmueble le fue regresado a su dueña, la señora Burgos. Los orificios de balas al parecer no fueron borrados por los actuales dueños porque son parte de la historia de Nicaragua y un atractivo turístico para el municipio, por eso creo que le pusieron ‘El Cuartel” de Catarina”, explicó Gaitán.
