Arquidiócesis de Managua, no suspende la celebración de La Purísima, pero si recomendó celebrarla bajo un estricto protocolo de bioseguridad.
La Purísima es una fiesta en honor a la Virgen María, se celebra con una novena y cuyo momento fuerte es el día 7 de diciembre, que culmina con la “Gritería”. Es la fiesta más popular del año para la mayoría de los nicaragüenses.
Según una nota de Vatican News, La “Purísima, es el nombre cariñoso que recibe la virgen María en Nicaragua” es decir la celebración de la Inmaculada Concepción, patrona del país, que se celebra el día 8 de diciembre, hoy martes es el tercer día de la novena.
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Es relevante mencionar que, cuando se dice “La inmaculada Concepción no se refiere a la concepción de Jesús, sino a la de la Virgen María”. El dogma fue proclamado por Pío IX el 8 de diciembre de 1854. Este año, como el año pasado la celebración tendrá como elemento de contexto la pandemia.
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Mensaje del Papa Francisco a la celebración de la Inmaculada Concepción
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El papa Francisco, hace siete años, para la fiesta de la Inmaculada Concepción en la Plaza de San Pedro dijo: El mensaje de la fiesta de hoy de la Inmaculada Concepción de la Virgen María se puede resumir con estas palabras: todo es don gratuito de Dios, todo es gracia, todo es don de su amor por nosotros. El ángel Gabriel llamó a María «llena de gracia» (Lc 1, 28): en ella no había espacio para el pecado, porque Dios la predestinó desde siempre como madre de Jesús y la preservó de la culpa original. Y María correspondió a la gracia y se abandonó diciendo al ángel: «Hágase en mí según tu palabra» (v. 38). No dice: «Yo lo haré según tu palabra»: ¡no! Sino: «Hágase en mí…». Y el Verbo se hizo carne en su seno”.
Para el papa Francisco, la actitud de María de Nazaret nos muestra que el ser está antes del hacer, y que es necesario dejar hacer a Dios para ser verdaderamente como Él nos quiere. Añade, María fue receptiva, pero no pasiva. Como, a nivel físico, recibió el poder el Espíritu Santo para luego dar carne y sangre al Hijo de Dios que se formó en ella, así, a nivel espiritual, acogió la gracia y correspondió a la misma con la fe.
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Cómo se celebra la tradicional Purísima en Nicaragua
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Esta celebración nicaragüense, es esperada con esmero y devoción. Es el día que se ve a la gente reunirse en las calles, cantar, gritar consignas. Las familias se reúnen para rezar la novena y continuar con tradiciones familiares que les han sido heredadas a través de sus generaciones.
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El 07 de diciembre a las 6 de la tarde suena las campanas de las iglesias y es el aviso de que ya inició La Gritería, La principal característica de estos días es la alegría vivida en comunidad. Las canciones, la distribución de fruta y de otras especialidades gastronómicas, como el nacatamal, ayote en miel, la chicha de maíz, entre otros productos.
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Cada casa que celebra la purísima adornan con flores, muy coloridas y alumbrado el altar a la imagen de la Virgen María, los anfitriones se preparan, para esperar, personas de las cercanías inclusive llegan personas de lugares lejanos. La metodología de cada visitante al altar es que se acerca gritando ¿Quién causa tanta alegría? Y contestan: la Concepción de María. Seguido cantan canciones a la Virgen. En agradecimiento, los dueños de casa les ofrecen dulces, fruta y los bocadillos preparados.
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Familia toma precaución para la celebración debido a la Covid-19
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Esta ocasión sería la segunda vez que la Purísima se celebra en tiempos de pandemia, esta crisis ha golpeado a las familias tanto en salud como económicamente. Así como el año pasado las familias deben tomar las recomendaciones de los expertos en salud en bioseguridad para evitar los contagios.
Los fallecimientos de patriarcas y matracas tradicionalistas en los hogares por la Covid-19 ha obligado a cambiar la normalidad de las festividades este año. Tal es el caso de la familia de Blandón en Managua.
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Esta familia tiene 40 años de celebrar la purísima, uno de los integrantes de esta familia Alberto Blandón, refiere que “antes lo hacían mas humilde por que mi bisabuela no tenía muchas facilidades, pero con el paso del tiempo con apoyo de hijos/as y ahora nietos/as, se ha logrado hacer más grande la celebración, ya que muchos están fuera del país y colaboran para la compran del brindis”. El tiempo cobra vidas, la bisabuela no está presente falleció desde hace seis años, además del fallecimiento de varios miembros de la familia víctimas de la pandemia.
En esta familia de Managua que se ha visto afectada por la Covid-19, celebraran de otra manera sin dejar su tradición limitando a las personas por seguridad, además que la economía ha mermado las posibilidades de hacer la celebración como otros años, refiere Alberto “no queremos enfermarnos ni afectar a la gente, hemos decidido celebrarla la Purísima en el seno familiar y pidiéndole a Dios y la intercepción de la inmaculada concepción de María que el otro año estemos un poco mejor, pero la tradición debe continuar”, comenta.
Recomendaciones de la Iglesia Católica en Nicaragua
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La Arquidiócesis de Managua, para evitar contagios de la Covid-19 orientó por segundo año consecutivo celebrar las festividades de la Purísima y las navideñas y año nuevo en un ambiente exclusivamente “familiar”, además de compartir una serie de medidas para evitar contagios de Covid-19.
Padres en sus homilías han exhortado a celebrar a la Concepción de María practicando la solidaridad, con personas que verdaderamente necesiten de forma directa y así evitar las aglomeraciones. Para esto la iglesia católica en Nicaragua a través del cardenal Leopoldo Brenes emitió recomendaciones.
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“A favor de cuidar la salud y vida, el avance de la vacunación… Y la devoción de nuestros fieles, quiero renovar mis recomendaciones dadas con paternal solicitud pastoral el año pasado para nuestras festividades marianas y navideñas, como un aporte al control de la pandemia que ha dejado dolor y luto en nuestras familias”, dijo el cardenal. Añadió que se siga usando el “mismo protocolo básico” publicado el año pasado, el 02 de octubre.
La gritería no se suspende, pero se debe intensificar el protocolo de seguridad en las iglesias, además de reducir el tiemo en los altares y el uso estricto de las mascarillas, señalo el cardenal Brenes.
