Organizaciones de presos y presas políticos, derechos humanos, sociales, profesionales de la Costa Caribe de Nicaragua, campesinos, estudiantes, artistas del exilio y la diáspora en una sola voz piden el desconocimiento del "fraude electoral" y de sus resultados este próximo 07 de noviembre.
Por: Redacción Intertextual
Los nicaragüenses se unieron para enviar a través de una carta a los 34 países miembros de la OEA y al consejo de ministros de la Unión Europea, en ocasión de la próxima sesión este 18 de octubre en la que se abordará la crisis de Nicaragua, solicitando que declaren “ilegitimas las elecciones convocadas por el presidente Daniel Ortega y Rosario Murillo, para el 07 de noviembre próximo.”
Las violaciones a los derechos humanos que incluyen el encarcelamiento de 155 presas y presos políticos, así como de los dirigentes políticos que aspiraban a competir en dichas elecciones, y la anulación de la personería jurídica de los principales partidos políticos, debe ser tomadas en cuenta para desconocer el proceso electoral en Nicaragua señala el grupo de nicaragüenses.
En su momento La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), escribió en su cuenta de twitter “La cancelación del CxL, como ya ocurrió con otros 2 partidos, impide la participación política de sus miembros y votantes. Estas decisiones no están en línea con los estándares de Derechos Humanos y resultan incompatibles con elecciones libres y justas.”
Este grupo de nicas, solicitan “una estrategia de la comunidad Internacional, que incorpore la visión de la sociedad civil nicaragüense para encontrar una salida sostenida a la crisis y recuperar la democracia y las libertades”
En un informe presentado por Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las ONU para los Derechos Humanos pidió al Gobierno de Ortega y Murillo “que garantice los derechos civiles y políticos, que proteja la libertad de opinión y de expresión, y que ponga fin a la impunidad.
En estas elecciones, Daniel Ortega aspira a extender en cinco años más el mandato que recuperó en 2007, para un segundo periodo con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, lo que significa la continuidad de la represión, crisis económica, más exilio de los nicaraguenses y más saña contra la oposición.
La oposición, expresan estar cansados de comunicados piden acciones contundentes en respuesta a las denuncias de “las arbitrariedades y violaciones de derechos humanos” que el gobierno de Nicaragua sigue cometiendo. La cuenta es regresiva queda menos de un mes para actuar en un proceso nada favorable para la ciudadanía que se debate entre ir “a votar o abstenerse en este proceso electoral porque en Nicaragua no existen garantías de elecciones libres y transparente.”
La petición de los sectores civiles de Nicaragua fue firmada por 19 organizaciones, entre ellas la Asociación de Familiares de Presos Políticos, el Consejo de Ancianos Municipal Moskitia Waspam, la Asociación Médica del Exilio de Nicaragua, Acción Penal, el Comité Pro Liberación de Presos Políticos, y Amigos de Nicaragua Azul y Blanco.