Por: Redacción Intertextual/ ,contacto@intertextualcr.com
Jonathan Alexander Gutiérrez, de 18 años, habitante del municipio de Moyogalpa en la Isla de Ometepe, jamás imaginó que ingresar a los juzgados de ese municipio en horas de la noche con la intención de cortar mangos le acarrearía serios problemas con la justicia de ese lugar.
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Ahora, este joven isleño enfrenta un proceso penal por Violación de Domicilio en perjuicio del Estado de Nicaragua proceso que se lleva acabo con el joven tras las rejas.
El relato de los hechos presentado por el Ministerio Público no cuenta precisamente de que el joven entrara a cortar mangos, sino que el 25 de junio de este año, aproximadamente a las tres de la mañana, este ingresó sin la autorización, ni el consentimiento, a las instalaciones del juzgado de Moyogalpa, por motivos desconocidos.
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Dice también que ingresó por el portón principal y que este se encontraba sin candado. Que se dirigió al área del jardín, y no a las oficinas del complejo judicial.
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Que estando dentro, el joven tomó una piedra y que la lanzó al techo del edificio. Que esa pedrada la escuchó un guarda de seguridad que estaba dentro del inmueble y quien posteriormente observó al acusado con varias piedras en sus manos.
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Según la acusación, el guarda de seguridad del complejo judicial, no salió de las oficinas por temor, y porque no portaba un arma de fuego.
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La versión de que el joven entró a buscar mangos al juzgado de Moyogalpa la sostiene un familiar del detenido, quien se pregunta dónde están las piedras que supuestamente lanzó el joven al techo, y dónde están los daños que supuestamente causó al inmueble.
Esos argumentos son los que sostuvo también la defensa técnica, cuando en la audiencia inicial solicitó al juez Norwin José Herrera el cambio de medida cautelar a favor de Gutiérrez, ya que se trataba de un delito leve, sin embargo éste se lo negó, y mantuvo la versión de la Fiscalía.
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La Procuraduría General de la República (PGR), que es la representante legal del Estado, no se ha personado en la causa, pese a que el judicial se lo hizo saber en una de las audiencias.
Se desconoce por qué el juez Herrera celebró la audiencia preliminar de este caso sin que el acusado estuviese acompañado de una defensa técnica, pese a que el día que se hizo, había representación de la Defensoría Pública, tal y como sucede en los juzgados de Rivas, donde hay defensores públicos hasta los fines de semana.
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El caso de este joven ya fue remitido a juicio oral y público para la próxima semana. Si es encontrado culpable tendrá que cumplir una condena de seis meses a un año de prisión de acuerdo con el artículo 200 del Código Penal.
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La prueba principal que tiene la Fiscalía en este caso es la declaración de Melcon Nelson Rodríguez, el guarda seguridad que estaba dentro del inmueble y quien fue supuestamente el que vio lo contado por la Fiscalía.