“Es un gobierno claramente reconocido como perpetrador de violación de derechos humanos, y eso ocasiona un aislamiento generalizado y en su toma de posesión se dejó en evidencia ese aislamiento” asevera, Carolina Jiménez, presidenta de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos
Este 13 de enero por la noche, en Costa Rica, exilados y la diáspora nicaragüense en un foro, analizaron la ilegitimidad del gobierno de Ortega.
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Según un comunicado sobre este foro, este pasado 10 de enero la pareja presidencial, los Ortega Murillo celebraron su triunfo considerado “fraudulento” “después de haber realizado unas votaciones sin competencias y sin garantías constitucionales, pero sobre todo sin un respaldo del pueblo nicaragüense pues hubo un 81 {0cab3704e21a71302162fadf9844f7b3ed53b42a3c5272f295e0fc76090d0b44}de abstención.”
Todo esto es logrado con un golpe a la oposición planificada, los Ortega y Murillo, pasando encima de la Constitución Política y los derechos humanos, “limpiaron el camino” para perpetuarse por cinco años más en el poder, a base de la ilegitimidad, encarcelamiento de opositores, entre ellos aspirantes presidenciales, líderes estudiantiles, campesinos, periodistas, y otras arbitrariedades ilegales como la cancelación de personalidades jurídicas a partidos políticos de oposición y aprobación de leyes represivas”. Se lee en la misiva.
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El que los Ortega y Murillo continúen en el poder tiene “un costo político y serias repercusiones internacionales” donde los más perjudicados son los nicaragüenses. Esas consecuencias fueron analizadas por el “Mecanismo de coordinación de nicaragüenses exiliados y diáspora en Costa Rica”.
Carolina Jiménez, presidenta de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, sostuvo que Ortega “busca perpetuar su impunidad”.
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Jiménez, ha seguido de cerca la situación de violaciones de derechos humanos en Nicaragua, la hipótesis de la experta la basa en que Ortega pretende “perpetuar su impunidad” para no responder las denuncias y acusaciones de los crímenes de lesa humanidad que se han cometido después del 2018”.
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Todo lo ha logrado con lo que le queda al gobierno de Ortega y Murillo es usando la fuerza, porque por lo demás “están solos” advierte organizaciones de la sociedad civil en Nicaragua.
Jiménez añade que el gobierno en Nicaragua “ha utilizado las fuerzas policiales y fuerzas de grupos de choque y fuerzas armadas para reprimir y ejercer mayor control con encarcelamientos a opositores y a presos políticos” … Mostrando un gobierno desesperado por continuar en el poder, garantizando su impunidad con estos hechos de violación a los derechos humanos, expreso a doctora.
La “ilegitimidad” del nuevo mandato de los Ortega Murillo tiene una clara consecuencia “el aislamiento”. “Es un gobierno claramente reconocido como perpetuador de violación de derechos humanos, y eso ocasiona un aislamiento generalizado y en su toma de posesión se dejó en evidencia ese aislamiento y estuvo rodeado de algunos personajes que no gozan de ilegitimidad… la ausencia de los presidentes de Latinoamérica deja en evidencia que Ortega es una carga más, es un presidente cuya foto hay que editar”, refiere Jiménez.
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Por su parte, Manuel Orozco, director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo del Diálogo Interamericano, asegura que Daniel Ortega es considerado ilegítimo por Estados Unidos prácticamente desde el 2016 con el fraude electoral que se llevó a cabo en ese periodo lo que arrojó sanciones al entonces presidente de ese poder Consejo Supremo Electoral, Roberto Rivas.
Estados Unidos trata que se respeten en Nicaragua cuatro elementos proactivos, asegura Orozco.
“Uno es el respeto de las libertades en todo sentido, libertad de derechos, de movilización, de expresión, de movimiento y especialmente el respeto a las creencias religiosas y prácticas de otro tipo”, expresa Orozco. Así también que se respete en segundo lugar una democracia funcional, la cual es eficiente cuando existe un estado de derecho, con transparencia y rendimiento de cuentas. Y el tercer elemento es el respeto a los derechos humanos, pero en el país ha incrementado la violación de esos derechos a través de la represión y el ejercicio.
Las denuncias de la diáspora en Estados Unidos
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La nota de prensa destaca que uno de los temas importantes que se desarrolló en este foro es “el trabajo que se ha desarrollado desde las diásporas de Estados Unidos que ha tenido repercusiones positivas contra la dictadura nicaragüenses como han sido las sanciones que ha impuesto en contra de Rosario Murillo, sus hijos y funcionarios ligados a casos de corrupción, pero sobre todo los perpetuadores de derechos humanos contra el pueblo”.
Damaris Rostran integrante de la diáspora de Nueva Nueva York y Nueva Jersey, fue participe del foro según comunica, ella realizó un trabajo incansable para que el senado de Estados Unidos aprobara la Ley Global Magnitsky sobre Responsabilidad de Derechos Humanos, explica que todo se ha logrado por un trabajo coordinado para lograr los objetivos .“La lineación que hemos tenido con las diásporas más influyentes del mundo para hacer las sanciones y las denuncias en los foros que hemos participado, ha sido fundamental para alcanzar los logros que hemos obtenido internacionalmente, todo en favor del pueblo nicaragüense”, aseveró.
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La diáspora de Nicaragua en California, expreso en un comunicado respecto a las consecuencias de este nuevo mandato de Ortega y Murillo. “El gobierno de Estados Unidos al igual que otros países han iniciado el proceso para sancionar a individuos e instituciones del “gobierno” de Nicaragua; incluyendo a la “vice presidente” Rosario Murillo. El efecto de la Ley Renacer ahora entra en efecto; y se espera que lo grueso de la aplicación de estas sanciones se sientan en los próximos días o semanas, pasando por la revisión del Tratado de Libre Comercio; y algunos otros acuerdos que benefician económicamente al gobierno ilegitimo de Nicaragua”.
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La Comunidad Internacional pasando por la Organización de Estados Americanos, la Unión Europea y otros países de probada experiencia democrática; hacen un llamado a Daniel Ortega a deponer actitudes, y permita el regreso de la libertad a la población; y se llama a convocar a un nuevo y confiable proceso electoral.
