Por: Redacción Intertextual/ ,contacto@intertextualcr.com
Este 08 de julio, Parlamentarios de Izquierda de distintos países como Argentina, Panamá, Chile, Brasil, República Dominicana, México y Venezuela, fueron recibidos con un dispositivo de más de 300 militares, policías y civiles armados para impedir que se acercaran a la frontera de Peñas Blancas e ingresaran a Nicaragua.
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Dejarles ver a las personas presas políticas, verificar sus condiciones de salud por el encierro hasta su liberación es la demanda de este grupo de personas de la Comisión Internacional, que continuó por varias horas en la frontera.
La policía de Frontera y de Migración Costarricense, estaba presente en la frontera Costa Rica- Nicaragua para resguardar a las personas que estaban a la espera de una respuesta del parte del gobierno de Ortega Murillo, y la respuesta fue esa, ni siquiera acercarse a la frontera, con un despliegue militarizado y hasta aparentemente la presencia de francotiradores.
Una de las parlamentarias dijo que esa es la dinámica del régimen Ortega Murillo “es el modus la forma que se maneja para no registrar la violación a los derechos humanos.”
Explicaron a los de medios independientes apostados cerca de la Frontera que ya fueron informados todos los organizamos de derechos humanos de distintos países de América, de lo ocurrido, y recalcó “lo que está pasando es gravísimo.”
También añadió, que se estarán preparando para hacer una campaña internacional muy grande denunciando estos abusos. “Si a nosotros que somos parlamentarios, somos únicamente nueve, militantes por los derechos humanos nos hacen esto, imagínense a quienes son parte del pueblo nicaragüense que se han movilizado estos años como en el 2018 en esas masivas movilizaciones contra las políticas de ajustes de Ortega y de Murillo como los tratan y dentro de las cárceles,” advirtió.
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El que no nos han dejado entrar a tierras nicaragüenses “es símbolo de la situación de como están los detenidos por que no quieren que podamos verificarlos” insistió la parlamentaria.
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Un mensaje contundente para los presidentes de la región de izquierda como en México y Argentina que continúan apoyando al gobierno de Ortega, emitió la diputada de Izquierda Luciana Echevarría “hay que dejar de ser hipócritas por que están siendo cómplices de una de las dictaduras mas siniestras en la región(..) creemos que hay que avanzar con la ruptura de este gobierno hasta que cese la represión y se liberen todos los preso y presas políticas,” puntualizó.
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Esta comisión no solo tenia la misión de ingresar a Nicaragua sino también de poder articular con todo el exilio y organizaciones sociales, familiares de víctimas, recoger testimonios y documentar todo lo que se pueda, para que el mundo conozca lo que sucede, dentro de Nicaragua.
“Ortega no puede tapar los ojos ni puede callar nuestra voz hoy más que nunca vamos a hacer ver lo que esta pasando que es gravísimo, hasta que caiga esta dictadura”, asegura la parlamentaria.
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Mario Rosa coordinador de la Comisión Internacional, dijo que la Policía Migratoria de Costa Rica les informó que “Nicaragua había montado un operativo descomunal en la Frontera, un despliegue que no se veía desde hacía tiempo militar policial y paramilitar.”
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El mensaje que les transmitió la policía migratoria fue el de no acercarse al puesto fronterizo de Peñas Blancas, por tanto, considera Rosa. “Es una actitud intimidatoria, amenazante de la dictadura frente a una comisión Internacional que tiene propósito humanitario, estamos frente a un escándalo internacional de proporciones.”
La diputada Luciana Echevarría, también expreso que el silencio del gobierno de Ortega, desde que en meses anteriores habían presentado su hoja de ruta de Comisión y la actitud actual, será informado. “Es intolerable, lo vamos a denunciar a nivel internacional, esto no hace más que confirmar lo que decimos que estamos ante una dictadura, sino tiene nada que ocultad nos podría dejar pasar, no hay ningún impedimento legal para que nosotros no entremos a Nicaragua.”
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La Comisión Internacional, pudo percatarse que había temor de las autoridades de Costa Rica sobre lo que podrían hacer el despliegue militarizado de Nicaragua.
